Wolk plantea al coach como alguien que “sopla brasas”: es decir, revive ese fuego interior —ese deseo, esa pasión, esa chispa que muchas veces se apaga en el día a día— para que la persona, el equipo u organización vuelva a conectarse con lo que le da sentido. No se trata de imponer, sino de acompañar para que aflore lo mejor de cada uno.
El coaching lo entiende como una disciplina teórico-práctica que integra varias áreas: psicología, lingüística, filosofía, teoría del aprendizaje transformacional, comunicación, lenguaje corporal, técnicas dramáticas.
Coaching. El arte de soplar brasas es un libro recomendable si buscás algo más que teoría básica. Si querés perfeccionar tu modo de acompañar a otros, trabajar con equipos, líderes, y reconectar lo emocional con lo funcional, este libro ofrece un marco sólido, herramientas prácticas y una inspiración fuerte.